El medidor infantil de madera ha sido diseñado con un propósito claro: combinar funcionalidad, estética y emoción. Cada elemento, desde el tipo de madera hasta la forma en que se graba el nombre, ha sido cuidadosamente pensado para acompañar los primeros años de vida de los más pequeños con ternura y belleza.
Diseño versátil y encantador
Cada medidor infantil personalizado está formado por cuatro láminas de madera contrachapada de abedul de 3 mm de grosor. Tres de ellas contienen el metro y los números de medición (de 20 x 36 cm cada una), mientras que la cuarta lámina, donde se graba el nombre, mide aproximadamente 36 x 26 cm, dependiendo del modelo elegido.
La altura total del medidor es de 1 metro y 30 cm, permitiendo medir hasta 150 cm, lo que lo convierte en un compañero perfecto durante toda la infancia.
Diseños llenos de imaginación
Podrás elegir entre tres universos mágicos:
- Galaxia, para pequeños soñadores que miran las estrellas.
- Océano, para aventureros que aman las profundidades del mar.
- Diseño Personalizado, para quienes desean un medidor totalmente único, adaptado a su historia y personalidad.
Cada diseño transmite un universo visual distinto, pensado para inspirar a los niños a crecer, soñar y explorar.
Personalización que crea vínculo
El medidor infantil personalizado puede grabarse con el nombre del niño o niña, convirtiéndose en un objeto cargado de simbolismo.
Además, si eliges la opción de Diseño Personalizado, podrás contar tu idea para que el resultado sea totalmente exclusivo: un medidor que hable el mismo idioma que la infancia de tu pequeño.
Montaje sencillo
Su diseño modular en láminas facilita la instalación. Solo necesitarás cinta de doble cara (no incluida) o un sistema de fijación similar.
Al ser ligero, se adhiere fácilmente a la pared sin necesidad de herramientas, permitiendo retirarlo o moverlo cuando sea necesario.
Un recuerdo para toda la vida
El medidor infantil de madera personalizado no solo decora la habitación: construye un vínculo. Es un testimonio visible del paso del tiempo, un objeto que crece junto al niño y que, años después, se convierte en una pieza de nostalgia y ternura.